PAU MARTÍNEZ

El director, Pau Martínez ha dirigido el largometraje pendiente de estreno Bala Perdida, que cuenta con un casting de lujo encabezado por Juanjo Puigcorbé y David Carradine. Para la televisión ha realizado la multipremiada tv-movie Omar Martínez. Cuenta además con una extensa trayectoria como cortometrajista, director de videoclips y realizador de televisión.
Tiene también una gran experiencia en el campo del documental habiendo realizado el documental POLAR: HOME, y pequeñas piezas documentales para TVE.
El kaserón es su segundo largometraje de ficción para el cine.

Memoria de dirección

El fenómeno de la okupación no es nuevo en nuestra sociedad. Cientos de jóvenes ante la falta de medios para emanciparse o estando en desacuerdo con el modo de vida “convencional” deciden optar por la ocupación. Considero que es un tema demasiado serio. Tanto como para reírnos de ello.
La comedía es un genero que a lo largo de la historia del cine ha servido para hacernos reflexionar sobre los temas más importantes y aparentemente más serios. ¿Por qué no íbamos a hacer lo mismo con un tema como el de la especulación inmobiliaria o la corrupción política?
Como telón de fondo de la trama de El Kaserón se sitúan estos temas que vemos reflejados cada día en la prensa, pero al final como siempre lo importante son los personajes y sus historias, sus sentimientos.
Es el caso de Alfredo, que durante años ha estado encerrado en su mundo de estudios y de trabajo en el horno familiar. Cuando consigue su plaza y parece enfrentarse a una vida de lo más aburrida se encuentra con la aventura que cambiará su vida para siempre. Y no sólo en el aspecto profesional, sobre todo lo hará en el terreno vital y sentimental.
Su amor por Eva, una chica aparentemente muy diferente a él en todos los sentidos le hará replantearse su vida por completo. Algo que no le resultará para nada sencillo. Que ésta relación avance de manera fluida a lo largo de la historia y que resulte creíble es fundamental para la verosimilitud de la película.
Una verosimilitud que debe afectar a todos los personajes de la historia, como siempre he procurado en mis dos anteriores películas, pero que en éste caso adquieren una mayor importancia, puesto que son personajes que sin el adecuado esfuerzo podrían caer en el tópico o el cliché.
El Kaserón es, ante todo, una historia de personajes sencillos. En los que el espectador medio puedo sentirse reflejado, al menos en alguna de sus aventuras.
Aventuras que transcurren básicamente en un decorado. El famoso kaserón que da título a la historia. Es importante encontrar el sitio adecuado que refleje el mundo de nuestros okupas y que cuente mucho de ellos al entrar en la casa. Es importante para el espectador pero sobre todo es importante para Alfredo. En ese sentido considero que es fundamental esa primera secuencia de Alfredo al llegar a la casa. Lo que descubre de la casa y a través de ella lo que descubre de sus habitantes se convierte bajo mi punto de vista en un aspecto fundamental de la película.
La película. Su aspecto. Mi tratamiento. Siempre he sido partidario de adecuar mi estilo narrativo a lo que pide cada historia. El scope y un estilo clásico para recrear el esplendor perdido del mundo del western en Bala Perdida. La cámara al hombro para estar cerca de los personajes y de sus vivencias en una tvmovie sobre la inmigración y el boxeo como ha sido Omar Martínez. Y una combinación de ambas en el que será mi tercer largometraje. Una cámara reposada y tranquila para las secuencias más intimas. Y nerviosa, siguiendo a los personajes, en las secuencias más animadas. Una puesta en escena siempre cuidada y un trabajo con los actores meticuloso y acertado en la elección del casting son los otros elementos que considero prioritarios en todos mis trabajos y que en este caso no va a ser una excepción.